Lio en la granja Era el primer día caluroso de verano.

Todos los animales hacían la siesta y se respiraba una larga calma. Todos menos el Cordero y la Cabra. Y la Oca, claro está, que maldecía por los codos las moscas y todo lo que se le ponía por delante. El Cordero intentaba ensayar, pero le sudaban los rizos y las cuerdas de su violín echaban humo.

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