Amanece en la aldea africana. El horizonte se ilumina de un intenso color anaranjado, mientras el paisaje parece despertar lentamente. Las chozas, perfectamente alineadas, dibujan grandes círculos sobre el suelo arenoso.
Multitud de sonidos dispersos acompañan la escena: el canturreo de los pájaros, el trajín de la gente, el movimiento de los animales…