dormida, en un castillo dormido, donde todo el mundo dormía desde hacía años.
“Qué vagos” —pensó. Ya los espabilaré yo… pero no es que fueran vagos, sino que alguien les había hechizado.
¡RIIIIIIIIING!
¡Buenos días!
¡Es hooora de levantaaarse!
¡RIIIIIIIIING!